5 mentiras acerca de la huelga general

Primera mentira: la política del Gobierno es inevitable. No, siempre hay opciones. ¿Para qué se les ha elegido entonces? Tratar de vender la inevitabilidad de las cosas es perverso, porque te permite justificar lo que sea.

Segunda mentira
: la jornada transcurrió con normalidad. No, lo que pasó en la calle por la tarde no es normal. Las fotos de las manifestaciones muestran a mucha gente, y siempre se queda en casa gente que no puede ir pero que está a favor.

Tercera mentira: la huelga no sirve para nada. Cuando hay que cambiar algo, quedarse en casa es lo que no sirve. Es además otro argumento perverso, porque la huelga no es un fin, es un medio.

Cuarta mentira: el consumo eléctrico. Mucha gente se quedó en casa, puso la lavadora, cocinó, vio la tele (las que no hicieron huelga), y cogió el metro para ir a la manifestación. Gastaron lo mismo o más que siempre, e hicieron huelga. En este país no tenemos las grandes industrias del norte de Europa, ni el número de pymes, y no se debe medir igual.

Quinta mentira: el ejercicio de la huelga fue en libertad. A muchos trabajadores en pymes les avisaron de que si la hacían no volvieran el jueves. Pero es que en las grandes empresas también hay mandos intermedio que se pueden permitir presionar. Eso es coacción.

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