UGT ha venido apostando por la prórroga del vigente Convenio Colectivo en TdE, entendiéndola razonable tanto porque supondría la extensión de un convenio que ha servido a ambas partes, empresa y trabajadores/as, para, desde la negociación y sin estridencias, capear con éxito la peor situación económica y social que se ha vivido en nuestro país en el actual período constitucional, como porque nos ha permitido sentar las bases para garantizar la futura empleabilidad en TdE a la par que adaptarnos a las exigencias legislativas impuestas por la reforma laboral sin merma de derechos o garantías laborales.
UGT ha defendido la prórroga además como instrumento para remedar el período de cinco años de estabilidad que hubiéramos obtenido de haber abordado en el 2010 la negociación de la primera propuesta de ERE (5 años y voluntariedad para acogerse al mismo para 8.000 trabajadores/as) que se vio frustrado por la negativa de otras organizaciones y su exigencia de que Telefónica retribuyese a la Administración el coste del paro, forzando así una segunda negociación en la que la Empresa limitó la posibilidad de acogerse al ERE de forma voluntaria a un máximo de 6.500 trabajadores y por un período de 3 años, impidiendo paralelamente la negociación de un convenio que hubiera durado la vigencia del primer ERE propuesto, hasta el 31 de diciembre del 2015.
UGT ha venido expresando el desacuerdo ante la, a nuestro juicio, precipitada negativa de la empresa el pasado julio a prorrogar el Convenio Colectivo, aplaudida irresponsablemente por algunas organizaciones, entendiendo que el año 2015 presenta multitud de incertidumbres en el ámbito del sector que deberían abordarse desde la mayor estabilidad posible en nuestra empresa, idea que se refuerza, por ejemplo, con el reciente anuncio de compra de la operadora Jazztel por Orange, que se suma a la de ONO por Vodafone.
UGT cree además que el reciente pronunciamiento judicial desestimando las demandas e impugnaciones que organizaciones minoritarias habían interpuesto contra el convenio vigente y sus acuerdos, no sólo avalando éstos sino reforzando nuestro modelo de negociación, despeja cualquier duda sobre el convenio y acredita y refuerza nuestra postura favorable a la prórroga del mismo, que creemos comparte la inmensa mayoría de la plantilla, por lo que, desde el realismo, rechazando cualquier demagogia o pronunciamientos de cara a la galería, mantendremos ante la Dirección de la Empresa nuestro máximo esfuerzo, hasta el último día, en defensa de esa posibilidad.